Han pasado cinco años desde estallido de la crisis y en Europa todavía se debate sobre la reforma del sistema financiero y la unión bancaria. La organización Finance Watch ha organizado una conferencia con expertos en Bruselas. Cree que los europeos todavía están expuestos a los riesgos de cualquier fallo. “El principal problema en Europa es que tenemos bancos demasiado grandes, que funcionan de una forma muy compleja y están muy interconectados lo que hace que cualquier sistema para proteger a los contribuyentes de la quiebra de los bancos no logre sus objetivos”, ha dicho Thierry Philipponat, secretario general de Finance Watch. La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) piensa que Europa todavía no tiene los recursos suficientes para prevenir futuras crisis. “Si dejamos que el problema venga es bueno tener un mercado único, una autoridad de resolución y un gran fondo de rescate. Son instrumentos que cuestan mucho dinero. Pero la clave es evitar llegar a ese punto”, ha explicado Adrian Blundell-Wignall, consejero de la OCDE. Muchos creen que los políticos dan demasiado dinero a los bancos para su rescate, pero que ese dinero nunca o casi nunca se sabe muy bien a dónde va. De hecho menos de un tercio de todo el dinero llega a los hogares en forma de préstamos. “Los grupos de consumidores tienen que tener más poder. Pero incluso si están en esta posición necesitan acceder a las reglas del mercado desde el principio porque sino será demasiado tarde”, aclara Walter Mattli, profesor de la Universidad de Oxford.
